Durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, la falta de mano de obra se convirtió en un acuciante problema para la Alemania nazi. La mayoría de los hombres suficientemente fuertes como para sostener un fusil eran destinados al frente y las mujeres no eran suficientemente numerosas como para cubrir los millones de puestos de trabajo que generaba la industria de guerra alemana.
Debido a ello, en este periodo proliferaron una gran cantidad de pequeños campos de concentración. Miles de campos exteriores, dependientes de las comandancias de los grandes campos, aparecieron como setas por toda la geografía de la Europa ocupada.
Entre los meses de marzo de 1944 y abril de 1945 estuvo en funcionamiento un pequeño campo de concentración en la población de Hadmersleben. Dependiente del campo de Concentración de Buchenwald, las instalaciones de Hadmersleben constaban de 11 barracones, diez de los cuales se destinaron a dormitorios y uno a enfermería. El campo de Hadmersleben tenía una capacidad de alrededor de 1.500 prisioneros. Según los datos de que se disponen, entre 2.000 y 2.500 personas pasaron por este pequeño campo de coincentración.
Los prisioneros, originarios de Polonia, la Unión Soviética y Francia se empleaban como mano de obra forzada en la fábrica de piezas de aviones cercana. Durante su jornada laboral de 13 horas, los prisioneros colaboraban en la fabricación de componentes para los modelos de caza de la Luftwaffe Messerschmitt 109 y Focke-Wulk 190.
El día 11 de abril de 1945 tropas estadounidenses liberaron el campo de concentración. Tras la guerra, las instalaciones fueron abandonadas. En 1975 se erigió en el lugar un pequeño memorial con un pebetero para recordar a las víctimas de este campo. En el cementerio de la localidad se pueden observar todavía 40 tumbas de antiguos prisioneros.
Cómo llegar al Campo exterior de Hadmersleben
El memorial del Campo exterior de Hadmersleben se encuentra en la calle Heerstrasse de dicha localidad. La mejor manera de llegar hasta allí es en vehículo privado.