Cercano a su residencia, Albert Speer contaba con un taller donde poder trabajar en los proyectos de construcción que Hitler le encomendaba.
Como Jefe de obras de la capital, Speer debía desarrollar un gran plan de remodelación de Berlín, donde el espíritu y la ideología nacionalsocialista pudiese apreciarse en cada esquina de la ciudad.
En este taller, además de trabajar, compartió innumerables horas de tertulia y debate con el propio Hitler, gran aficionado a la arquitectura.
El taller sobrevivió intacto a la Segunda Guerra Mundial. Tras el conflicto se convirtió en un local para reuniones del ejército estadounidense. En la actualidad se encuentra en manos privadas.
Visitar el Taller de Alber Speer
El antiguo taller de Albert Speer es en la actualidad una propiedad privada, por lo que no es posible realizar ningún tipo de visita en su interior.