En 1891 se fundó la empresa química WASAG en Düsseldorf. De rápido crecimiento, la firma alemana pronto comenzó a abrir nuevas fábricas por todo el país. En 1894 se tomó la decisión de establecer una factoría de explosivos para minería en la ciudad sajona de Wittenberg. La producción de explosivos se amplió al ámbito militar ya en 1897.
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Durante la Primera Guerra Mundial, WASAG se convirtió en un monopolio del Estado. De aquí salieron buena parte de las municiones utilizadas durante el conflicto bélico. A pesar de la derrota alemana en la guerra, WASAG continuó su producción armamentística para el reducido ejército alemán tras 1919.
La llegada al poder del régimen de Adolf Hitler supuso un nuevo impulso para la firma. La producción de WASAG se expandió rápidamente desde 1933, pasando en ese año de dar trabajo a 2000 para llegar a las más de 7600 en 1935. Como era habitual en otras fábricas alemanas, la producción también fue llevada a cabo por prisioneros de los campos de concentración a partir del inicio de la guerra.
A pesar de ser un lugar de altísima importancia para la producción de guerra nazi, las instalaciones no contaban con los más altos estándares de seguridad. En 1935 la factoría sufrió una fuerte explosión, causando la muerte de alrededor de 100 trabajadores y dejando 800 heridos. Otra gran explosión se produciría en 1944, matando a decenas de mujeres soviéticas allí empleadas.
WASAG cesó sus actividades en Wittenberg tras la derrota de 1945. Todas sus instalaciones fueron desmanteladas.
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Visitar la fábrica de explosivos WASAG
La antigua fábrica de explosivos en Wittenberg fue desmantelada después de la Segunda Guerra Mundial. en la actualidad se pueden apreciar restos de las instalaciones en los bosques cercanos. El edificio principal todavía se conserva en pie y hoy en día es un pequeño museo que cuenta la historia del lugar. Se puede consultar el horario del museo en la página oficial del mismo.