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Campo de exterminio Auschwitz II Birkenau

A finales de 1941 el Reich alemán comenzó la construcción de Auschwitz II Birkenau. A unos 3 km de distancia del campo original de Auchwitz, este nuevo campo se pensó en un primer momento como campo para prisioneros de guerra soviéticos.

Tras la firma de la Endlösung o solución final en la conferencia de Wansee del 20 de enero de 1942, Birkenau se convirtió en el lugar principal donde el exterminio de los pueblos judío y gitano se llevaría a cabo por parte de Alemania.

Documento de la «solución final a la cuestión judía»

Birkenau también ostenta el triste récord de ser la instalación de campo de concentración más grande construida por los nazis. El campo llegó a tener una extensión de 175 hectáreas y alcanzó una población de reclusos máxima de 100.000 personas, en su inmensa mayoría judíos.

Máxima extensión de Birkenau en 1944

Cómo llegar a Auschwitz II Birkenau

El memorial del campo de concentración y exterminio de Birkenau se encuentra a 3km del campo de Auschwitz. Para llegar hasta allí sólo existen dos posibilidades. La primera es en transporte privado, pudiendo aparcar en la puerta del memorial. La segunda es desde el memorial de Auschwitz, desde donde existe un autobús lanzadera gratuito entre los dos lugares históricos.

Visitar Auschwitz II Birkenau

El antiguo campo de concentración y de exterminio de Birkenau se encuentra en su mayor parte destruido. A diferencia de lo que ocurría en Auschwitz, los barracones del campo eran en su inmensa mayoría de madera, por lo que no se han preservado.

Vista desde el exterior.
© Elfira Elfira

Hoy en día quedan en pie algunos edificios de ladrillo, como la famosa torre de entrada por donde pasaban los trenes cargados de prisioneros, como varios edificios de madera que han sido reconstruidos para poder mostrar de manera más ilustrativa al visitante las condiciones de vida en este lugar.

Torre de entrada a Birkenau.
© Elfira Elfira

El recorrido normal de las visitas discurre por la llamada «plataforma», un gran andén de tierra que vertebra la estructura del campo y donde bajaban a las personas de los trenes de ganado que les traían a Birkenau.

Vagón de ganado en la «plataforma».
© Elfira Elfira

A ambos lados de esta plataforma se ven los espacios para los barracones de prisioneros y al final de las vías de tren se encuentran los restos de las diferentes cámaras de gas y crematorios, hoy en día en ruinas por haber sido destruidos por los alemanes antes de su retirada del lugar.

Ruinas de los crematorios.
© Elfira Elfira

También en la zona de las cámaras de gas se puede observar el memorial construido para recordar a las víctimas y donde se puede leer el mismo texto en el idioma de cada uno de los prisioneros del campo.

Monumento a las víctimas de Birkenau.
© Elfira Elfira

Recomendaciones

Aunque el campo de Birkenau es entre los lugares nazis el más famoso por su aparición de innumerables películas y documentales, cuenta con pocos elementos museísticos. Debido a su gran extensión, las entradas son libres y gratuitas, siendo posible entrar sin ningún tipo de restricción.

Un lugar como este invita más a la meditación que a la visita turística, por lo que si tenemos solamente interés en la visita histórica, 1 a 2 horas es más que suficiente.